Senderismo en Collserola
17 agosto 2010 | Por Raquel
Collserola es la sierra que alberga el Tibidabo y la iglesia del Sagrat Cor, el punto de fuga de las miradas que se alzan sobre los tejados barceloneses. Hay muchos caminos para descubrirla. Nosotros os proponemos una ruta de senderismo desde Vil·la Joana (Vallvidrera) hasta Sant Cugat, de cuatro horas y dificultad baja.
El Parc de Collserola es una superficie verde de más de 8.000 hectáreas, y está situado entre los ríos Besós, Llobregat, la depresión del Vallès y Barcelona. El parque ofrece rutas adaptadas y bien conservadas para realizar a pie, en bicicleta, e incluso a caballo. Comenzamos en la estación de Ferrocarrils Catalans de Baixador de Vallvidrera. Allí mismo nos adentramos en el parque. Muy cerca encontraréis el Centro de Información del parque, imprescindible para solicitar mapas y guías de las rutas. Continuamos hacia Coll del Gravat y Can Ribes, donde nos sorprende una bonita casa con una llamativa puertecita azul. Conforme nos adentramos en Collserola, nos vamos cruzando con ciclistas profesionales y senderistas. Llegamos a la ermita de Sant Medir, antiguamente propiedad del Monasterio de Sant Cugat. Es pequeña, rústica y acogedora. Además, una fuente nos revitaliza con agua natural de la sierra. Es prácticamente la mitad del viaje. Más adelante llegamos a otra ermita: Sant Adjutori, una construcción románica del siglo X. Es todavía más pequeña y misteriosa que la de Sant Medir. Muy cerca, descubriremos el Forn Ibéric, que nos transporta al período bajorepublicano romano, entre los siglos II y I a.C. Continuamos nuestra senda y el camino se hace más sinuoso. Senderos más estrechos, pequeños riachuelos y riberas, y oscuridad forestal en pleno mediodía. Poco después volvemos a un sendero habilitado. Las pinedas y las encinas ornamentan el paisaje. La ruta atraviesa zonas soleadas y sombreadas. Podemos parar a comer en Can Borrell, donde encontraréis un restaurante, aunque también podéis cobijaros bajo cualquier sombra a disfrutar de un buen manjar campestre. El final de nuestra ruta lo marca el Pi d’en Xandri, un referente de Sant Cugat del Vallès. Se trata de un símbolo contra la especulación inmobiliaria después de que en 1977 intentaran cortarlo con el fin de construir en su suelo, que actualmente está protegido y no es edificable.