Santa Eulàlia de Provençana, primera iglesia decorada con un grafiti

Resulta curioso pensar que los sprays y los aerosoles puedan llegar a decorar el ábside de una parroquia románica del siglo XII. La Iglesia de Santa Eulàlia de Provençana (L’Hospitalet de Llobregat) ha roto moldes gracias a dos de los mejores artistas urbanos del país.

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raquel sm
domingo, 6 mayo, 2012
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Todo comenzó cuando el que es párroco de Santa Eulàlia desde hace menos de un año, Ramon Mor, se percató de que el ábside del altar mayor de la iglesia, construida en 1957, le resultaba “solemne pero muy vacío”. Su amor por el arte (fue estudiante de Bellas Artes) le llevó a buscar en Internet la ayuda de algún artista para decorarlo, pero los altos presupuestos que le exigían estaban fuera de su alcance. Afortunadamente encontró a Rudi, un cacereño de 38 años que reside en Alicante y que cuenta con más de veinte años de experiencia en el mundo del grafiti. Éste aceptó inmediatamente el proyecto, intrigado por el reto de adaptar su disciplina a un espacio tan complicado y a la temática religiosa, y llamó a su amigo House, un artista madrileño, para que le ayudara. Ninguno de los dos ha cobrado nada por este trabajo. Ambos reconocen que lo más complicado fue ajustarse al románico catalán, una exigencia del párroco, quien les propuso una visita al MNAC para inspirarse, ya que lo consideraba el estilo adecuado para el templo. Rudi y House dedicaron más de un mes a documentarse y realizar bocetos, hasta que finalmente dieron con el dibujo ideal. La obra debía incluir las imágenes de la Virgen y el Niño, la patrona Santa Eulàlia y la de una familia que simbolizara a los fieles del barrio obrero de L’Hospitalet. Los artistas incluyeron, además, a una niña sujetando una maceta con una planta como símbolo del ecologismo y las figuras de un gato y un perro mirando hacia el horizonte, como representación de la paz. Fueron necesarios diez días de jornadas intensivas para el proyecto, que finalizó el último fin de semana de abril. Sin embargo, Rudi insiste en que no se trata de un grafiti: “El grafiti es un estilo, esto es una decoración mural hecha con aerosol, pero no tiene el estilo del grafiti". Sea como sea, lo cierto es que el resultado ha maravillado no sólo a Mor, sino también a los vecinos del barrio y a los párrocos de otras iglesias, que piensan imitar su ejemplo. Fuente Imagen por MiniMissplaced

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