

Hasta ahora su andadura en el territorio nacional se limitaba a tres tiendas ubicadas en Madrid, pero la inauguración de su primer establecimiento en la capital catalana indica un importante crecimiento para la compañía.
Está situado en el número 66 de la calle L’Argentería, y dispone de unos 45 m² en los que se distribuyen, en un ambiente elegante, minimalista y diáfano, los productos de la nueva colección otoño-invierno de la marca. Desde su comienzo, todos los artículos de Malababa son realizados a mano y con técnicas artesanales en Madrid, lo que aporta un estilo original y muy personal a la firma.
Entre las secciones de su catálogo encontramos bisutería, bolsos, tocados, zapatos, carteras y otros muchos accesorios caracterizados por su elegancia y femineidad. Todos ellos siguen los más estrictos estándares de calidad, siendo fabricados con los mejores materiales.


La historia de Malababa comenzó en el año 2000 bajo la dirección de su fundadora, la diseñadora Ana Carrasco, quien ha colaborado con importantes personalidades de la moda como Ion Fiz, Javier Larrainzar o la marca catalana Ailanto. “Mis amigos y familiares me dijeron que tenía que dedicarme a los complementos, ya que llevaba desde 1997 haciéndolos por afición, y que tenía que buscar una marca, un lugar para operar y empezar a vender”, recuerda Carrasco. Su marido, Jaime Lara, es el encargado de la gestión de la compañía.
Malababa está viviendo actualmente un proceso de expansión que incluye un segundo local en la Ciudad Condal, para el cual ya está buscando un lugar comercialmente estratégico; supondría su cuarto punto de venta en España. Sin embargo, ya cuenta con aproximadamente cincuenta repartidos por más de veinte países, entre los que destacan China, Italia y Corea.
Fuente Imágenes por Facebook Malababa