¿De dónde viene el pan tumaca?
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el tomate, el ingrediente principal, procede de América y por tanto no llegó a Europa hasta que lo trajeron los conquistadores españoles en el siglo XVI.
La primera referencia escrita que tenemos sobre el pan tumaca es del año 1884 y hace referencia a que los payeses tenían la costumbre de untar con tomate el pan que se había quedado duro de varios días atrás, además de echarle un chorrito de aceite. De esta forma lo ablandaban y hacían más apetecible su consumo.
Vemos por tanto, que como la mayoría de los platos tradicionales, este tiene su origen en las clases populares y trabajadoras del campo, siendo posteriormente incorporado (y con gran entusiasmo) por el resto de la sociedad.
Es cierto que hay otra teoría (aunque más minoritaria) que afirma que el origen del pan tumaca no es catalán, sino que lo habrían traído trabajadores del metro procedentes de Murcia y que cultivaban sus propios tomates, usándolos con el mismo objetivo de untarlos sobre el pan duro para ablandarlo y hacerlo más apetecible. Quien sabe, igual ambas teorías tienen razón y ambas comunidades llegaron a la misma conclusión de mejorar el pan duro con tomate y aceite.
En cualquier caso, si tenemos en cuenta que el metro se construyó en los años 20 y como hemos mencionado, ya había referencias escritas al pan con tumaca en el año 1884, parece que la teoría del origen payés de esta receta es la que más fuerza tiene.
Sea cual sea el origen, lo cierto es que hoy en día este plato es una seña de identidad de la gastronomía catalana, encontrando varias "versiones" actualizadas, como la más común de añadirle ajo y jamón, convirtiéndolo en toda una delicia.